Ciudad de México — La entrada en vigor de la llamada Ley Silla, impulsada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), ha generado un amplio debate en el sector productivo mexicano. Esta norma laboral busca mejorar las condiciones de trabajo de miles de empleados que deben permanecer de pie durante largas jornadas, reconociendo su derecho a sillas con respaldo y pausas activas durante el día.
Sin embargo, su implementación ha despertado inquietudes entre empresarios y representantes del sector comercio, servicios y turismo. La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) advirtió que la falta de lineamientos técnicos específicos ha provocado incertidumbre jurídica y operativa en numerosos centros de trabajo.
“El problema no es la intención, sino la ausencia de reglas claras”, señaló Octavio de la Torre de Stéffano, presidente de la Concanaco-Servytur. Según el dirigente, la norma no define aspectos clave como la duración, frecuencia ni criterios por tipo de actividad, dejando en manos de cada empleador la responsabilidad de establecer esquemas de descanso mediante evaluaciones de riesgo. Además, las autoridades estatales aplican criterios diferenciados, lo que complica aún más su ejecución.
De la Torre subrayó que esta situación representa una reducción efectiva del tiempo de trabajo sin un marco normativo claro. “Durante una jornada laboral de ocho horas, el tiempo productivo real se reduce a siete horas, y en algunos casos hasta 6.5 horas, lo que equivale a una disminución del 18.75 % en la operación diaria”, explicó. Esta reducción impacta directamente en la planificación de turnos, metas de productividad y costos operativos, especialmente en micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) que dependen del flujo constante de consumidores.
El líder empresarial también destacó que los trabajadores formales reciben en promedio un 39 % menos de su salario, debido a las contribuciones patronales, impuestos y cuotas de seguridad social. En este contexto, cualquier nueva disminución del tiempo efectivo de trabajo agrava los desafíos financieros del sector formal, que ya enfrenta sobrerregulación y altos costos de operación.
Aunque la STPS publicó lineamientos generales el pasado 17 de julio, estos aún no definen los aspectos técnicos esenciales sobre las pausas activas, lo que genera ambigüedad y posibles interpretaciones arbitrarias. Por ello, la Concanaco-Servytur ha solicitado formalmente la emisión urgente de lineamientos complementarios que incluyan tiempos mínimos y máximos de descanso.
“La salud laboral debe construirse con normas claras, diálogo con el sector productivo y estrategias viables. Una buena intención sin reglas puede convertirse en una fuente de incertidumbre”, concluyó De la Torre, reiterando el compromiso de la Confederación con el bienestar laboral, siempre que esté sustentado en claridad normativa, proporcionalidad y viabilidad operativa.