La Segunda Sala de la SCJN determinó que no es necesaria la ratificación de un acta administrativa que consigna el testimonio de una mujer víctima de violencia o acoso sexual para que tenga valor probatorio, siempre que se adminicule con otras pruebas y se valore con perspectiva de género.
Las actas administrativas bien elaboradas pueden ser utilizadas como prueba válida en un juicio laboral. De tal manera es fundamental que las empresas cuenten con protocolos de atención a denuncias y capaciten a su personal en perspectiva de género.
Este criterio responde a la necesidad de eliminar barreras formales que obstaculizan el acceso efectivo a la justicia para las mujeres, y fortalece el papel de las empresas en la documentación y atención de conductas que vulneran los derechos humanos en el entorno laboral.